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Pocas cosas hay en la vida que sean tan satisfactorias como abrir una lata de una bebida con gas bien fría un día caluroso. Hasta hace poco tiempo, si uno deseaba que esa lata tuviera alcohol, solo tenía la opción de la cerveza, o bien algunas limonadas muy dulces. Pero eso era antes. Hoy existen muchísimos ‘seltzers’, tés fuertes e incluso Kombuchas de entre los que escoger. Algunos incluso vienen envasados en latas de diseño de esas que te saltan de la estantería al carro de la compra casi sin darte cuenta, tienen mucho sabor, y al mismo tiempo menos calorías. Aquí te presentamos 7 alternativas refrescantes para degustar este verano.

Agua con gas fuerte (o picante)

Esta agua con gas ha inundado el mercado norteamericano, y el resto del mundo seguirá el mismo camino. Se trata simplemente de un agua con gas con un pequeño toque de alcohol, pero muy popular entre la Generación Z por sus propiedades saludables, y que además se ofrece en varios tipos y calidades. A menudo, las bebidas gaseosas fuertes tienen una pequeña base de alcohol debido al azúcar de caña fermentado, aunque también pueden elaborarse con otros granos, resultando en diferentes perfiles de sabores. Existen cientos de marcas de entre las que escoger: a nosotros particularmente nos gusta Cacti, una bebida con gas de sabor fuerte de agave 100 % mexicana; Press, una marca que produce una bebida gaseosa con chili y que es de color naranja sangre; y Ficks, una empresa artesanal de California que elabora bebidas con gas a partir de zumo de naranja fermentado en vez de licor de malta.

Limonada con alcohol

Mike’s Hard Lemonade lleva más de 20 años en el mercado. A pesar de ser una marca perfectamente establecida, la compañía ha experimentado recientemente un salto cualitativo principalmente importante, gracias a su nueva y más saludable bebida con gas ‘Lemon Life’. Si encuentras que el sabor del agua con gas es exagerado, pero por otro lado tampoco deseas una bebida que sea excesivamente dulce, busca interesantes bebidas híbridas que mezclan un gran sabor pero sin ser demasiado dulces. La compañía Luck Spring’s de Austin (Texas) te ofrece una limonada de sabor fuerte que solo contiene 100 calorías y ni un solo ingrediente artificial. Fifty West te ofrece una limonada fuerte, destilada a modo de un agua con gas más dulce, con limones Meyer y aromas naturales. La Floyds Spiked Lemonade, por su parte, promete un sabor nítido y fresco, pero sin excesivos tonos de dulzura.

Té fuerte (con gas)

Otro segmento que ha saltado con fuerza al mercado FMB (bebidas de malta aromatizadas) es el de los tés de sabor fuerte con un delicioso toque de alcohol, perfectos para los ataques de sed durante los días de calor. En lugar de bombas de azúcar que no tienen ni sabor a té, estas interesantes infusiones están empezando a sacar la cabeza por todas partes. El Wild Leaf Craft Hard Tea se destila con hojas de té cultivadas en la selva tropical y está disponible en forma de té negro con limón y madreselva, y de té verde con manzana y miel. Loverboy es un té sin azúcar, mezclado con botánicas y zumos, y endulzado con fruta del monje. Su aroma sería el resultado de combinar el melocotón blanco con el té, más un ‘beso de lavanda’. Y, por supuesto, a alguien ya se le ha ocurrido una variedad de té matcha: el Boozy Tea de Owl’s Brew, un té alcohólico con piña y manzanilla.

Agua de coco con especias

Tu ‘colmased’ favorito, reimaginado como refrescante agua de coco con especias y un toque de alcohol. Según los fundadores de Osena, su agua de coco con especias, o Spiked Coconut Water, promete “los mismos beneficios de sus aguas con gas de sabor fuerte, pero además fomenta otras ventajas añadidas hidratantes y electrolíticas gracias a su base de agua de coco”. El agua de coco Pakkā contiene cuatro ingredientes: agua, alcohol de caña de azúcar, coco y sal marina, y solo tiene un 5,5 % de alcohol por volumen, pero pleno sabor. Para añadirle un toque tropical, Mighty también ofrece agua de coco pero con sabor a piña. 

Kombucha de sabor fuerte

Tomamos el té, azúcar y SCOBY (una cultura simbiótica de bacteria y levadura) y de ello obtenemos la Kombucha, una bebida con gas y un gusto ligeramente picante. Como sucede con todos los procesos de fermentación de la levadura, se genera un cierto grado de alcohol de entre un 0,2 % y un 2 %. La Kombucha está elaborada con los mismos ingredientes, pero con cantidades diferentes de azúcar, tipos de levadura diferentes y períodos de fermentación también distintos. A un mayor período de fermentación (con más azúcares añadidos y levaduras), mayor contenido alcohólico, hasta el punto de ser comparable al de la cerveza. Es bajo en azúcares y tiene un sabor refrescante. StraingeBeast presenta cuatro ‘bestias’ repletas de frutas orgánicas, especias y hierbas, mientras que Bootleg Booch nos ofrece dos sabores: manzana rosa y jengibre. JuneShine, por su parte, comercializa una gama de cuatro sabores, incluido el llamado ‘The Midnight Painkiller’ o, en castellano, ‘El analgésico de medianoche’, que es una versión oscura del clásico cóctel analgésico tiki elaborado con carbón activado.

Vino espumoso (Spritzers)

¡No descartes el vino espumoso en lata! Esas botellas de vino espumoso pueden ser muy pesadas y difíciles de llevar arriba y abajo. Y, si encima, no tomas cerveza, ¿qué vas a hacer? Bueno, o te decides a beberte la botella tú solo, o pones unas latas en la nevera. Además, estas latas te ayudarán a abrir la mente a nuevas opciones de vino espumoso. La empresa Union Wine Co. con sede en Oregón te ofrece burbujas rosé, además de un asalvajado Riesling Radler, elaborado con uva riesling de Oregón, lúpulo y pomelo. La bodega urbana de vinos The Infinite Monkey Theorem vende un Riesling con gas, además de un rosado, y un Peach Bellini con zumo de melocotón Palisade. Pampelonne (“la mejor bebida que jamás supiste que querías”) combina el vino rosado francés con los cócteles de vino como, por ejemplo, el Blood Orange Spritz. 

Sidra artesanal

Hace un par de años, se dijo que la sidra artesanal (también llamada ‘sidra fuerte’) sería la nueva moda en el sector de las bebidas, aunque al final nunca llegó a gozar de tanta popularidad. No obstante, si todavía no has probado la sidra artesanal producida en pequeños lotes y elaborada con manzanas prensadas frescas, deberías hacerlo. Tiene un sabor complejo, es ligeramente gaseosa, pero sin ser excesivamente dulce. O, como dice Pat Knittel, uno de los cuatro productores de sidra artesanal que aparecen en esta historia: “¡Uno encuentra tantas expresiones interesantes, sutiles y deliciosas en las manzanas de un pequeño productor que elabora sidra a partir de fruta auténtica en lugar de concentrados!”

[Foto principal: Jules Davies/Underwood (Union Wine Co.), Foto de previa: The Infinite Monkey Theorem]


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