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Champán. Solo la palabra ya evoca una sensación festiva. Sin embargo, por mucho que nos encante, este vino espumoso tiene un precio. El auténtico Champagne solo puede haberse producido en la región francesa de la Champagne y, por lo tanto, tiene un carácter especial que queda reflejado en la etiqueta del precio de cada botella. No cabe decir que ‘caro’ no equivale necesariamente a ‘excelente’ y que, más allá del champán, existe todo un mundo de vinos espumosos de calidad de los que también podrás disfrutar, todos ellos elaborados con la misma dedicación y cariño por mucho que no tengan el mismo cachet. Además: suelen ser mejores para el bolsillo. 

Crémant (Francia)

Empecemos por el mismo país del que proviene el champán. Aunque solemos usar el término champán para referirnos a cualquier vino espumoso, la verdad es que solo el vino procedente de la región de la Champagne, y que haya sido elaborado según unas estrictas directrices de producción, puede recibir esa denominación. En otras regiones francesas, los vinos espumosos que se elaboran con el mismo método que el champán, el llamado méthode traditionelle, reciben el nombre de crémants. Explicado de manera resumida, este método implica que el vino debe siempre someterse a una segunda fermentación en botella (‘¡hola, burbujitas!’) y se debe ampliar el tiempo de envejecimiento que pasa en las lías, es decir, en contacto con la células de fermento desintegradas (‘¡hola, aromas de pan tostado!’). 

Busca las variedades Crémant de Loire, Crémant d’Alsace, Crémant de Bourgogne, Crémant de Bordeaux o Crémant de Limoux (Languedoc). Las normas de estas denominaciones son menos estrictas que las del champán, pero solo muy ligeramente. Se permiten diferentes variedades de uva según cada denominación. Por ejemplo, el Crémant d’Alsace puede estar elaborado con Pinot Blanc, Auxerrois, Pinot Gris, Riesling, Chardonnay y Pinot Noir. En el caso del Crémant de Loire suele tratarse de la Chenin Blanc, con sus exclusivos aromas de limón, pera y miel. El Crémant de Bordeaux es la única denominación francesa que permite el uso de Sauvignon Blanc.

Vinos Metodo Classico (Italia)

Italia también produce vinos que deben sus burbujas a una segunda fermentación en botella, lo que en italiano recibe el nombre de metodo classico. Existes tres denominaciones de vino espumoso: Franciacorta, Trento y Oltrepo Pavese. El Franciacorta se encuentra en el norte de la Lombardía, cerca del Lago Iseo, donde las variedades Pinot Blanc y Chardonnay se convierten en unos vinos espumosos fabulosos a través de unas estrictas normas de elaboración que incluyen, por ejemplo, un período mínimo de 18 meses de maduración. En el sur de la Lombardía se elabora el Oltrepo Pavese; aquí, la variedad Pinot Noir es la estrella del vino espumoso, convertida en Blanc de Noirs (un vino blanco elaborado a partir de uvas negras) o rosé. Por último, el norte de Verona es el lugar de origen del Trento, un espumoso elaborado con variedad Chardonnay y Pinot Nero (Pinot Noir). 

Prosecco (Italia)

El otro, el más famoso de los espumosos italianos (y nos atrevemos a decir también el que más gusta a la gente) es el Prosecco. Está elaborado de una manera totalmente diferente al espumoso tradicional, lo cual explica la diferencia de precio. 

El Prosecco se produce con la variedad Glera (cuyo nombre se ha cambiado de ‘Prosecco’ para evitar que productores de otras regiones se suban al tren del Prosecco), una uva que se planta en grandes cantidades en la región del Véneto. La mayor parte del Prosecco es afrutado, con notas florales y poco complejo, y sus burbujas desaparecen rápidamente en la copa. Si quieres algo con un toque más especial, busca la marca Conegliano Valdobbiadene Prosecco Superiore DOCG. La región contribuye solo con unas pocas gotas al lago Prosecco, pero vale la pena probarlo si tienes la oportunidad.

Pét-Nat (Francia, Italia, Alemania, Australia, EE. UU)

Es posible que alguna vez hayas oído hablar a los obsesos de los vinos de algo llamado ‘pét-nat’, y que hayas penado “¿pét-qué?”. Pues bien, pét-nat es la abreviación de pétillant naturel, o ‘naturalmente espumoso’, una manera de describir los vinos espumosos que se elaboran según el método ancestral. 

Esta especie de precursor del champán, si quieres decirlo así, es un vino moderadamente espumoso y a menudo turbio (sin filtrar). Las burbujas son el resultado de una primera fermentación ininterrumpida en la que, cuando el vino se embotella durante la fermentación, el azúcar y la levadura restantes producen alcohol y CO2 que no pueden escapar a ninguna parte. Suelen ser divertidos y frescos, y suelen servirse para acompañar ciertos platos. La técnica no se limita a ninguna región en particular, por lo que encontrarás productores en Francia, Italia (aunque en Prosecco suelen llamarlo col fondo), Alemania, Australia y los EE. UU.

Cava (España)

A veces cuesta de comprender que el Cava también esté elaborado mediante el método clásico, un proceso de trabajo y tiempo intensos que no siempre queda reflejado en el precio. Eso son buenas noticias, salvo que tampoco quede reflejado en lo que hay dentro de la botella. Por suerte, hoy en día es más fácil encontrar Cavas buenos, bien elaborados y con todo un estallido de aromas de frutas. 

La mayoría de los cavas provienen de la región del Penedès, en Cataluña, aunque también encontrarás áreas vinícolas en diferentes partes del país que tienen permiso para utilizar la denominación Cava. El Penedès es una región más calurosa y seca que la mayoría del resto de regiones donde se producen vinos espumosos, y gracias a la mezcla de las variedades de uva Xarel·lo, Parellada y Macabeu, el cava suele ser más terroso y afrutado en comparación con el champán. 

Cap Classique (Sudáfrica)

Hace 50 años, Winery Simonsig de Stellenbosch fue el primer productor de vino sudafricano que elaboró el vonkelwyn de la manera tradicional, lo que dio pie a que otros viticultores siguieran el mismo camino. En el caso del Cap Classique, se elabora utilizando las mismas variedades de uva que se emplean en la Champagne, es decir, Chardonnay, Pinot Noir y Pinot Meunier, aunque también encontrarás versiones elaboradas con otras variedades como la Chenin Blanc. 

Un mundo de burbujas

Incluso más allá de estas denominaciones de origen y géneros de vinos espumosos principales, pero a menudo poco apreciados, existen incontables regiones vitivinícolas en todo el mundo donde se elaboran espumosos exquisitos con los que brindar.  

Un pequeño porcentaje del llamado ‘fizz’ alemán se elabora utilizando el método tradicional, especialmente en Austria, donde se produce a partir de las variedades de uva Welschriesling y Grüner Veltliner. En California, los productores de Sonoma y Mendocino elaboran unos vinos espumosos de gran calidad, como también sucede en el estado de Oregón, todos ellos producidos a partir de Pinot Noir y Chardonnay. Aunque en las más frescas regiones vitivinícolas de Australia, las clásicas variedades del champán terminan siendo espumosos, también se acaban elaborando muchos otros estilos como, por ejemplo, el vino espumoso de Shiraz.  

Así pues, sastisfaz tu curiosidad por el vino atreviéndote a descorchar una botella de algún nuevo espumoso estas próximas fiestas.


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