Gastronomía
El pangrattato ideal según Sherri Brooks-Vinton
Una manera genial de usar el pan duro. Sherri Brooks te ofrece su versión de la alternativa italiana al queso Parmigiano.
El Pangrattato consiste en migas de pan simplemente tostadas y adobadas con aceite de oliva, ajo, copos de pimiento rojo y, a veces, un toque de anchoa. Es también una sabrosa alternativa al queso Parmesano si lo usamos como queso rallado en la pasta y otros platos en los que solemos rallar queso. El Pangrattato hace que muchos platos sean más sabrosos y crujientes, además de también usarse en el risotto, la pasta, el pescado o la verdura.
El pangrattato según Sherri Brooks-Vinton
Equivale a aproximadamente 2 tazas (100 gr) de migas de pan.
Ingredientes:
3 rodajas, o ambas puntas, de una barra de pan duro
2 cucharadas soperas de aceite de oliva
1 diente de ajo triturado
1 anchoa triturada
Unos pocos copos de pimiento rojo
2 cucharadas de perejil cortado muy pequeño
Instrucciones:
1. Precalienta el horno a 150 °C (300 °F). Pulveriza el pan en tu procesador de alimentos para hacer las migas de pan. Esparce las migas sobre una lámina de galleta y hornea hasta que queden tostadas y doradas, es decir durante unos 10 minutos, sacudiendo la sartén una o dos veces para asegurarte de que queden bien doradas. Retíralas del horno y permite que se enfríen ligeramente.
2. Calienta el aceite de oliva a fuego bajo/medio. Añádele el ajo y saltéalo suavemente, permitiendo que infunda su sabor en el aceite sin quemarse. Añádele la anchoa y saltéala brevemente durante 2 o 3 minutos. Añade las migas de pan a la sartén y fríelas bien. Añádele los copos de pimiento rojo y el perejil y vuelve a removerlo todo. Úsalo inmediatamente en el risotto, la pasta, el pescado al grill o las verduras salteadas o al vapor.
Acerca del libro:
Sherri Brooks Vinton te ayuda a aprovechar al máximo todos los alimentos que llegan a tu hogar. Estas 150 deliciosas recetas minan el tesoro en tu cocina, y desde las frondas de tus zanahorias y las hojas de la coliflor a los huesos del asado del domingo o incluso los restos de mermelada, todo pasa a convertirse en una delicia.
[Foto: Maritè Toledo/Flickr]
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