Desplaza

Este año la trilogía cinematográfica de El Señor de los Anillos cumplirá 20 años, y gracias a la revolucionaria visión de su director Sir Peter Jackson, continúa siendo objeto de tanta estima como desde el primer día. 

Hacer una película de acción basada en la obra de J. J. R. Tolkien había sido el sueño de toda la vida de este director de cine independiente, por muchos que otros cinematógrafos lo consideraran un proyecto excesivamente ambicioso. Sin embargo, gracias a la adopción de técnicas revolucionarias, Jackson fue capaz de conseguir que Tierra Media cobrara vida. No hay duda de que su confianza en el proyecto ganó enteros por el simple hecho de que ya sabía dónde encontrar los lugares de rodaje ideales para dar vida a los libros: su país natal de Nueva Zelanda. Desde el lanzamiento de la oscarizada trilogía, el país se ha convertido en sinónimo de Hobbits, Señores de la oscuridad y, ¡cómo no!, de Gollum (hasta el punto de que una estatua del mismo Gollum miró durante un tiempo por encima del Aeropuerto de Wellington). En este artículo vemos cómo y en qué medida una serie de películas y un país acabaron por entrelazar sus destinos. 

El inicio del viaje 

A finales de los años 90, Jackson empezó a realizar la producción de lo que ya entonces se consideraba un proyecto de enorme envergadura, eso es, una película basada en la historia de El Señor de los Anillos de principio a fin. Decidido a no rodar toda la producción en etapas de sonido o con pantalla verde, se decantó por una tierra y un entorno en los que sería posible construir escenarios físicos en paisajes realmente destacables, al mismo tiempo que también podría mantener a todos los numerosos miembros del reparto y del equipo de producción cerca de las comodidades necesarias. 

Además, el país también disponía de instalaciones de producción como Weta Workshop, una compañía de creación de escenarios y efectos especiales que llevaba trabajando en el cine y la televisión desde los años 80, y Weta Digital, una compañía de creación de efectos especiales computarizados que el mismo Jackson había fundado junto al editor Jamie Selkirk y al fundador de Weta, Richard Taylor, para trabajar en la película de Jackson de 1994 Criaturas celestiales. 

La creación de una realidad de fantasía

Las películas se rodaron en más de 100 lugares diferentes repartidos por las islas Norte y Sur de Nueva Zelanda. Sin embargo, para encontrar lo que sería el escenario más reconocible de la trilogía, la producción tuvo que trabajar duro. Se tardó un año en construir el pueblo de Hobbiton, e incluso el ejército de la zona contribuyó en ciertas fases del proceso, mientras que una granja cerca de la localidad de Matamata en la isla Norte se convirtió en el hogar de Frodo, Bilbo y los hobbits del Shire. Aunque los varios agujeros hobbit se mantuvieron tras la primera producción de la trilogía, la mayoría de los escenarios se desmontaron. Para el rodaje de El hobbit de 2011, se construyó un Hobbiton permanente, que después se dejó en pie como atracción turística y que ahora recibe las visitas de fans de todo el mundo por ser uno de los escenarios más auténticos que se pueda encontrar.

Además del verde exuberante del Shire, también tuvieron que localizar una ubicación que representara el paisaje gris y chamuscado de Mordor, donde residía el malvado Sauron. El Parque Nacional de Tongariro se usó para rodar todas las escenas de Mordor, con el llamativo Monte Ngauruhoe haciendo el papel de la Montaña de Fuego. Aunque los fans de las películas reconocerán instantáneamente los puntos emblemáticos, cabe decir que el paisaje real es mucho más agradable (y que superpusieron los efectos digitales para crear la imagen necesaria). El parque también alberga las cataratas de Tawhai y las cataratas de Mangawhero, dos lugares que se utilizaron para las escenas en las que por primera vez nos encontramos con Gollum (Andy Serkis).

La isla Sur se quedó con la parte del león, con los terrenos rocosos de Mount Owen y Mount Sunday como Dimrill Dale y Edoras respectivamente. La Reserva de Poolburn en Central Otago fue el escenario de muchas escenas relacionadas con el reino de Rohan. Los helicópteros rodaron Kepler Mire para varias de las tomas de la Ciénaga de los muertos, donde Frodo, Sam y el anillo siguen a regañadientes a Gollum. Estés donde estés en este país, nunca estarás demasiado lejos de algún lugar de rodaje de estas películas, y si te cuesta encontrar uno ¡solo tendrás que seguir a los otros fans!

Cómo funciona 

Parece una incongruencia que, en la industria cinematográfica de hoy, una producción de tal envergadura pudiera rodarse en un solo país. Hoy en día pueden crearse mundos enteros con una pantalla verde de fondo. Sin embargo, no suele suceder muy a menudo que un solo país sirva de escenario para toda una película, ¡así que ya no digamos seis! Las películas de La guerra de las galaxias, por ejemplo, se rodaron en varios continentes diferentes, mientras que la típica película de Marvel puede llegar a hacerse en varios países, tanto por lo que se refiere a la narración como a la filmación en sí. 

Basar la totalidad de la producción de seis películas en un solo país ya es indicativo de la vasta y exclusiva cultura y paisajes de Nueva Zelanda. Con menos de 5 millones de residentes en una área de aproximadamente la misma extensión que California, aquí hay suficientes espacios abiertos al aire libre y fenómenos de la naturaleza como para maravillar a cualquiera a la hora de representar las vistas extramundanas que evoca la obra de Tolkien.

Así pues, no debería sorprender a nadie que aquellos que hicieron estas películas tuvieran tal afinidad a un lugar como este, hasta el punto de verlo como parte esencial de la narración: “Debo decir que no puedo imaginarme haciendo estas películas en ningún otro país que no sea este”, reconoció Phillipa Boyens, coescritora y productora de ambas trilogías, El Señor de los Anillos y El hobbit, en un video promocional. Al preguntarles acerca de cuáles son sus mejores recuerdos de esta experiencia cinematográfica, muchos de los miembros del reparto y del equipo de producción han afirmado en público que uno de los más impactantes fue visitar Nueva Zelanda.   

El hogar de Tierra Media 

No todas las comunidades se alegran de verse inmortalizadas en una película. Una de las escenas más famosas de Joker (2019) causó que una plaga de turistas descendiera en masa sobre unas discretas escaleras del Bronx de Nueva York; a día de hoy, los residentes de Filadelfia continúan sacudiendo la cabeza en signo de incredulidad cuando ven a los visitantes que se apresuran hacia las llamadas “The Rocky Steps”. Nueva Zelanda, sin embargo, ha aceptado plenamente su asociación con las trilogías de El Señor de los Anillos y El hobbit. De hecho, el consorcio nacional de turismo proclama con orgullo que este es el país de la «Tierra Media», hasta el punto que se han organizado visitas guiadas especialmente para los fans de las películas. Incluso la compañía aérea Air New Zealand celebra esta asociación en su video de seguridad y bienvenida a bordo.  

El éxito de las películas también ha dado pie a un boom de la cinematografía del país. Weta Digital ha llegado a ser contratada para crear los efectos de algunas de las películas de más prestigio, mientras que James Cameron se mudó a Nueva Zelanda para poder usar sus instalaciones para la creación de las próximas secuelas de Avatar. Con el ascenso de su propio director Taika Waititi, cuyas películas a menudo han servido de escaparate de impresionantes ubicaciones y talento kiwi, está claro que las futuras perspectivas profesionales neozelandesas van viento en popa a toda vela. 

Nueva Zelanda, una vez descrita burlonamente como ‘un anuncio publicitario caro’, es hoy mucho más que un escenario pasivo para las historias de Tierra Media. De hecho es el hogar de estas historias cinematográficas, una tierra que parece estar destinada a llenar de vida las maravillosas obras de Tolkien con sus colinas y paisajes encarnando el más profundo sentido de la aventura. Las películas pusieron el foco sobre Nueva Zelanda y Nueva Zelanda las ayudó a cobrar vida. 

Ahora que justamente se ha terminado de rodar la primera temporada de la serie de Amazon para televisión El Señor de los Anillos, y que el rodaje se ha realizado en muchos de los mismos lugares que las películas, parece más que probable que esta unión entre país y películas continúe y contribuya a generar nuevos recuerdos para tanto los fans como los mismos cinematógrafos.


No hay comentarios

Lo sentimos, los comentarios están bloqueados por el momento.


Artículos Relacionados