Desplaza

El año pasado, tanto las personas más hogareñas, como las que disfrutan diseñando su nidito constantemente, como los viajeros empedernidos, como aquellos otros que viven siempre con miedo de perderse algo, tuvieron algo en común: que todos pasamos mucho tiempo en casa. De hecho, demasiado. Hoy, todos vivimos con la esperanza de que todo esto cambiará, y pronto; y que una vez superemos la pandemia ya podremos volver a disfrutar viajando, socializando y explorando sin miedo, al menos durante un tiempo. Igual, no te olvides de tu hogar por completo. Al contrario, aprovecha para convertirlo en aquel lugar al que estarás contento de regresar una vez que quieras hacerlo (¡o te veas obligado a ello!). Aquí te explicamos cómo.

Da dos pasos atrás

Durante los varios confinamientos que sufrimos en 2020, todos sacamos la lupa para fijarnos en los defectos y deficiencias de nuestros aposentos. Dadas las circunstancias, pudimos hacer los cambios pertinentes para acomodar el hogar a nuestras nuevas necesidades, aunque la mayor parte de esos cambios fueron, simplemente, soluciones y retoques a corto plazo para salir del paso. Una vez que podamos volver a salir de casa, literalmente hablando, también podremos dar un paso atrás, metafóricamente hablando, y tener una perspectiva más amplia de la situación. Visualiza tu hogar como te gustaría que fuese. Recuerda cómo pasaste la mayor parte del tiempo entre esas cuatro paredes, qué te gustó del hecho de estar en casa, y qué odiaste. Haz un esfuerzo consciente por cambiar todo aquello que hizo que los largos períodos que pasaste en casa fueran más desagradables que necesarios, y mejora todavía más esos otros aspectos que hicieron que los mismos períodos fueran más agradables de lo esperado.

Adopta el modo profesional

Es posible que ya tengas vista para el diseño, o que simplemente tengas cierta experiencia práctica amueblando o decorando un espacio. Sin embargo, hay un motivo por el cual hay gente que cobra por hacer esas tareas, y de hecho viven de ello: que tener un buen instinto y una inclinación natural solo te permitirá hacer ciertas cosas. El interiorismo se guía por principios básicos, normas y fórmulas que puedes aprender e implementar en tu propio proyecto de mejora doméstica. Dado que reconectar con tu propio hogar significa básicamente hacer las cosas a conciencia y en profundidad, te recomendamos que escojas la ruta profesional. Eso no implica tener que contratar necesariamente a un interiorista, aunque los nuevos servicios online han hecho que esta opción sea a día de hoy mucho más asequible. También podrás usar una app de interiorismo (que podría estar emparejada con un buen libro que te permitiera aprender los conceptos básicos del oficio) o hasta hacer un curso online para convertirte tú mismo en un auténtico pro en ciernes.

Sigue adelante

…Pero, espera un momento: ¿y si no fuera el diseño interiorista de tu hogar lo que te estuviera reteniendo? ¿Y si fuera el tamaño, la distribución o la ubicación de tu hogar? Si crees que desearías vivir más cerca de la naturaleza o menos alejado de la ciudad, o anhelas más espacio para moverte con mayor libertad o, al contrario, menos habitaciones que limpiar, o que preferirías tener un jardín o una oficina, entonces quizá haya llegado el momento de mudarte. El año pasado, un gran número de oficinistas en todo el mundo se libraron de los grilletes de la oficina y pasaron a trabajar desde sus casas, donde seguramente continuarán de ahora en adelante. Si te encuentras en esta situación de nueva flexibilidad laboral, entonces podrías considerar posibilidades que antes no tenías al alcance de tus manos. Una vez que la proximidad geográfica a tu lugar de trabajo deja de ser un problema, pasar a vivir en un hogar más grande en el campo puede convertirse en una opción asequible. Si ya no tienes que llevar los niños a la guardería de camino al trabajo, entonces quizá puedas mudarte y vivir más cerca de tu familia. Eso sí, ¡asegúrate de que sea una decisión sostenible para el estilo de vida post-pandemia que nos espera! Ten en cuenta que el “Me gustaría vivir en una gran casa de campo y tener un huerto” podría ser, únicamente, mero producto del trauma del confinamiento que hemos vivido, y por tanto una idea temporal.

Hogar es donde está la oficina doméstica

Hablando del teletrabajo, si resulta que perteneces al segmento bendito del diagrama de Venn, es decir al grupo de personas «a las que les encantó practicar el teletrabajo en 2020», «que pueden continuar así en el futuro» y «que pueden desgravarse los gastos que les han supuesto las inversiones en la actualización de su oficina doméstica», entonces ha llegado el momento de optimizar tu espacio. Compra el escritorio de bipedestación, selecciona la silla ergonómica más cómoda y compra también una pantalla externa. Si tienes planeado de ahora en adelante pasarte ocho horas al día trabajando desde casa, entonces no escatimes en nada de lo que pueda ayudarte a hacerlo de la manera más saludable y que te haga más feliz. Si el presupuesto es un problema, intenta que te cuadre con el ahorro que te supondrá no tener que ir a trabajar y comer fuera de casa cada día. Cuando veas lo que todas estas pequeñas cosas realmente te cuestan cada mes, te sorprenderás (y sí, estamos hablando contigo, pequeño adicto al latte). Si tienes pensado volver a la oficina lo antes posible, entonces deberías seguir considerando la posibilidad de mejorar la distribución provisional con la que has convivido este 2020, aunque solo sea en preparación para otras situaciones similares que puedan surgir en el futuro. Un buró puede ser una manera fácil y cómoda de almacenar una oficina doméstica que apenas usamos. Escoge entre una amplia gama de diseños que se adapten a tu vestíbulo o que combinen con cualquiera de tus habitaciones. Aquí encontrarás más ideas de diseños de oficinas en casa.

Hazlo tú mismo

La autosuficiencia se convirtió en un tema esencial durante la pandemia, así que tenlo en mente cuando decidas mudarte o rehabilitar tu espacio doméstico. Aire limpio, agua segura, suministro de alimentación y provisión de alimentos no son solo importantes durante un confinamiento, sino que son básicos durante desastres naturales (que es muy probable que experimentemos durante los próximos años). Y más importante todavía: estos factores son los que harán que tu existencia cotidiana (incluso sin desastres naturales a la vista) sea más cómoda y sostenible. El reciclaje de aguas residuales y los sistemas de filtración de agua ayudan a ahorrar agua corriente y embotellada respectivamente. Los filtros de aire no solo eliminan virus y bacterias, sino que además reducen la cantidad de partículas nocivas que todos inhalamos a nivel doméstico. Los paneles solares te permiten utilizar tus dispositivos eléctricos y calentar el agua con energía regenerativa. Una despensa inteligentemente equilibrada y bien planificada te proporcionará una dieta saludable, incluso con un presupuesto limitado. La mayoría de estas medidas también beneficiarán el medio ambiente y reducirán tus facturas a largo plazo.

Haz de tu comunidad una extensión de tu hogar

Tus esfuerzos por mejorar tus espacios de vida no tienen por qué terminarse cuando sales por la puerta de tu casa. Al contrario, ha llegado el momento de asegurarnos de que las comunidades también aprenden la lección que nos ha enseñado esta pandemia, y que nos adaptamos bien a ella. Si durante el confinamiento has anhelado las relaciones personales con los otros miembros de tu comunidad, ahora puedes aprovechar la oportunidad de unirte a grupos locales para hacer nuevas amistades; si has echado de menos la naturaleza, puedes presionar a las autoridades locales para que faciliten la creación de huertos urbanos y más espacios públicos verdes; si has disfrutado de la reducción del tráfico, entonces deberías animar a las autoridades locales para que apoyen las infraestructuras para peatones y bicicletas; y si has empezado un nuevo hobby durante la soledad del confinamiento, entonces quizás puedas encontrar a otras personas en tu misma zona con las que disfrutar de tu nueva afición. Cuanto más conectados estemos con los demás, más resilientes seremos, incluso durante los períodos en los que no podamos estar físicamente juntos. Reconectar con tu propio hogar es fantástico, pero todavía es más importante conectarte con las personas que te rodean.


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