Desplaza

Ninguna escapada tropical está completa sin un retozo en las olas, pero es debajo de ellas donde ocurre la verdadera magia. No hay ningún documental de naturaleza en el mundo que pueda prepararte para ser testigo de las maravillas del mundo marino de primera mano, sin ofender a Sir Attenborough.

Por supuesto, flotar en mar abierto con un tubo de respiración de plástico como salvavidas no es lo más fácil, así que para asegurarte de que estás bien preparado para tu primer encuentro con el reino submarino, reunimos algunos consejos prácticos para los principiantes del esnórquel.

Primero, las necesidades básicas. Necesitarás:

– Una masa de agua tranquila y clara: las olas y las corrientes no son tus amigas.

– Buenos conocimientos de natación: llevar un dispositivo de flotación es muy recomendable, pero no sustituye a saber nadar a un nivel básico.

– Equipo de esnórquel de alta calidad: esto es importante, así que más sobre esto en un segundo.

– Un compañero de esnórquel: siempre es más seguro y divertido bucear con un amigo.

Eso es todo. Bastante sencillo, ¿verdad? Bueno, no empieces a agitar las aletas todavía: hay un poco más de terreno por cubrir antes de sumergirte. Tendrás que…

Conseguir el equipo adecuado

El equipo puede ayudar o afectar tu experiencia de esnórquel, así que elige sabiamente. La máscara y el aparato de respiración serán, por supuesto, los aspectos más importantes de tu equipo de esnórquel, y aquí puedes elegir entre la clásica combinación de tubo de respiración (llamado, como es lógico, “esnórquel”) y máscara de buceo (gafas que cubren los ojos y la nariz), o una de esas novedosas máscaras de esnórquel de cara completa. Estas últimas son muy fáciles de usar y resultan ideales para los buceadores más ocasionales, es decir, para los que se contentan con quedarse en la superficie y mirar a los peces, pero si quieres sumergirte para ver más de cerca, la combinación de tubo y máscara es más flexible y se adapta mejor a tus necesidades.

Decidas lo que decidas, es fundamental que la máscara se ajuste perfectamente a tu cara para evitar que el agua se filtre. En primer lugar, elige la talla adecuada para ti: es inútil que intentes bucear con una máscara hecha para una persona mucho más grande o más pequeña. Asegúrate de llevar la máscara con la correa completamente plana -sin vueltas- y ajustada a la parte más ancha de la cabeza. Asegúrate también de que no haya pelo en el camino, impidiendo un cierre hermético. Para comprobar si una máscara de buceo está bien ajustada, aprieta la máscara contra la cara e inspira un poco por la nariz. Suelta la máscara; si permanece ajustada a tu cara, es que tienes el ajuste correcto.

Y no te olvides de las aletas: por incómodas que parezcan al principio, las aletas son indispensables para ayudarte a conservar la energía mientras nadas, y así prolongar el placer de bucear. Los principiantes deberían optar por aletas de pie completo en lugar de aletas ajustables, y de nuevo, asegurarse de un buen ajuste es clave.

Practicar la natación

No cabe duda de que llevar un equipo de buceo y respirar a través de una boquilla no es lo más natural, y a la mayoría de nosotros nos cuesta acostumbrarnos. Para no tener que lidiar con el equipo o entrar en pánico en las aguas abiertas – y, por supuesto, para aprovechar al máximo el tiempo de esnórquel – es una buena idea llevar el equipo para practicar de antemano. Pruébalo en una piscina o en una zona de playa poco profunda para familiarizarte con el equipo y aprender a respirar correctamente, así como a nadar con aletas.

Aprender a eliminar el agua del tubo y la máscara

Créenos: una máscara llena de agua o un tubo inundado pueden arruinar el día más rápido que un avistamiento de tiburones. Y aunque es inevitable que entre un poco de agua en cualquiera de los dos casos – por ejemplo, cuando te sumerges para investigar el arrecife de cerca, o te cae una ola fuerte -, por suerte ambos problemas tienen fácil remedio.

Despejar el tubo de buceo es tan sencillo como soplar con fuerza para expulsar el agua de la parte superior, y vaciar la máscara puede hacerse al salir a la superficie. ¿Pero qué ocurre si necesitas expulsar el agua de tu máscara mientras estás bajo el agua? Todo lo que tienes que hacer es respirar profundamente desde el tubo de buceo y, a continuación, utilizando la mano para presionar la parte superior de la máscara contra la frente, exhalar suavemente por la nariz. Un pequeño soplo debería ser suficiente para expulsar el agua por la parte inferior de tu máscara.

Ah, y asegúrate de preparar la máscara de forma anticipada con un agente desempañante: las soluciones desempañantes disponibles en el mercado son imprescindibles para los buceadores habituales, pero el jabón de cocina diluido o el champú para bebés (¡no tiene lágrimas!) son alternativas prácticas y económicas. Y si necesitas un desempañado rápido mientras estás en el agua, el viejo truco de escupir y enjuagar funcionará en un apuro.

Tomarlo con calma

Algunos somos de los que se sumergen en el agua, mientras que otros son de los que se lanzan de cabeza. Dependiendo del enfoque que prefieras dar al esnórquel (y a la vida en general), es posible que no quieras que tu primera experiencia de esnórquel sea en barco y en aguas abiertas. Y eso está bien. Empieza en una playa tranquila donde puedas ir subiendo poco a poco para bucear a mayor profundidad, y volver fácilmente a la orilla cuando te hayas cansado.

Sea cual sea tu profundidad, recuerda ir con calma. Lo sabemos, lo sabemos, es emocionante – ¡hay tanto que ver! – pero, en serio, tómate un respiro. Nadar vigorosamente con los brazos te agotará rápidamente, y chapotear ahuyentará a los bonitos peces. Relaja los brazos a los lados, patea suavemente las piernas y deja que tus aletas te impulsen hacia adelante a un ritmo tranquilo. Esto te ayudará a respirar más despacio, lo que evitará que tomes un gran trago de agua de mar, en caso de que algo salpique tu tubo. También te ayudará a mantener la flotabilidad mientras flotas sin esfuerzo.

Ser respetuoso

No derribarías la puerta de casa de alguien y empezarías a aterrorizarlo, robando sus baratijas y haciendo agujeros en sus paredes, ¿verdad? Esperamos que no.

Lo mismo ocurre aquí: somos visitantes en el océano, y debemos ser respetuosos con los residentes. Hagas lo que hagas, no toques los arrecifes de coral: estos animales increíblemente bellos y vitales son también muy frágiles. No alimentes a las criaturas marinas ni, Dios no lo quiera, las toques, acoses o persigas, por muy emocionado que estés por haber encontrado a Nemo. Tampoco te lleves ningún recuerdo, vivo o no; deja el paisaje marino tal y como lo has encontrado. Y usa un protector solar biodegradable que no contenga productos químicos que puedan dañar a los corales. Sé amable con el arrecife, y el arrecife será amable contigo.

Y finalmente…

¡Divertirte!

No hace falta decirlo, pero disfruta de la experiencia y aprecia esta oportunidad de vislumbrar la belleza y las maravillas de nuestro mundo submarino. Lleva una GoPro o una cámara acuática si es necesario, pero te recomendamos que simplemente disfrutes de las vistas y los sonidos del mar sin ninguna distracción.

Ahora que estás listo para tu primera expedición de esnórquel, es hora de salir a dar un chapuzón, pero solo uno pequeño. No querrás asustar a los peces.


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