Desplaza

Cuando la pandemia nos obligó a echar el freno a la vida tal y como la conocíamos, Laura Whitney Sniderman decidió ponerse a buscar nuevos amigos. Lo que encontró fue toda una comunidad, y una idea de negocio que muy pronto se convirtió en app. 

Tras regresar a su Toronto natal en un momento en el que verse presencialmente con otras personas era del todo imposible, se lanzó a Internet con el fin de encontrar nuevos contactos. Sin embargo, se encontró con una gran decepción por los servicios que se ofrecían. 

“Respecto a las apps de amistad, nada más entrar en ellas ya me sentía como que estaba en una app de citas,” recuerda. “Esto hizo que la experiencia fuera más bien extraña desde el primer momento. También me di cuenta de que hacer un nuevo amigo online es mucho más delicado que encontrar amor o lujuria. A diferencia de una cita, donde sabes que si la conversación va bien, tienes cita, con la amistad no existe ningún paso previo que todas las partes entiendan igual.” 

La soledad no es un nuevo reto global. Lo que pasa es que es la primera vez que la sociedad nos reserva cierto espacio para que podamos mantener una conversación global sobre ello``. – Laura Whitney Sniderman

A fin de poder responder al problema al que se enfrentaba, Sniderman diseñó una solución que además también abordaría los retos a los que muchas otras personas de todo el mundo ya se enfrentaban. La comunidad de amistad online fundada por Sniderman está basada en su propio contexto académico, ya que tiene un Máster en Psicología clínica y orientación psicológica, más seis años de experiencia en la organización y supervisión de refugios presenciales. 

“A través del análisis de aprendizajes anecdóticos de esos refugios, y de mis estudios realizados sobre los conceptos de comunidad y de relaciones, desarrollé una metodología que sirviera para crear conexiones profundas basándose en cuatro pilares: vulnerabilidad mutua, generosidad, reciprocidad y consistencia,” nos explica. “Kinnd nació fruto del deseo de determinar si esta metodología para generar amistades propia del contexto presencial podría traducirse al espacio digital. A lo largo de estos últimos nueve meses, hemos descubierto que funciona increíblemente bien como mecanismo para ayudar a personas a hacer nuevos amigos online.” 

En su primera encarnación, Kinnd (que se pronuncia como la palabra inglesa “kin”) fue y es un grupo de Facebook que experimentó un rápido crecimiento con, según las cuentas de Sniderman, “más de 8500 miembros, 2500 publicaciones, 100 000 comentarios y reacciones, y un índice diario de participación del 42%, lo que significa que más de 3500 personas entran en Kinnd cada día para hacer amigos.” 

Un antiguo nuevo problema

Aunque Sniderman no tenía por qué anticipar el inmenso crecimiento que experimentaría, tampoco se sorprendió del éxito de su proyecto. Como fundadora, Sniderman es perfectamente consciente de que Kinnd ha respondido a una gran necesidad de conexión virtual generada por las circunstancias excepcionales que estamos viviendo, pero también a las cuestiones subyacentes ya existentes previamente.

Según Sniderman, “la soledad no es un nuevo reto global. Lo que pasa es que es la primera vez que la sociedad nos reserva cierto espacio para que podamos mantener una conversación global sobre ello. La pandemia ha forzado a millones de personas de todo el mundo a aislarse físicamente durante largos períodos de tiempo. Esto no solo ha llevado a muchas de esas personas a sentirse solas por primera vez debido a prolongados periodos de soledad, sino que la ausencia de las actividades y estímulos externos que normalmente nos distraen y evitan que nos preguntemos y que admitamos cómo nos sentimos realmente con relación a nuestras relaciones actuales nos ha acabado situando a todos ante el espejo. 

“Por suerte o por desgracia, la desaparición de estas distracciones ha creado una oportunidad para que muchas personas se den cuenta o admitan por primera vez cómo de solos realmente se sienten. Reconocer estos sentimientos y articularlos es muy importante y, a la vez, es el primer paso para desestigmatizar la soledad en el sentido más amplio del término.” 

Siempre optimista, Sniderman está convencida de que compartir nuestras experiencias de soledad nos facilitará a todos la tarea de abordarla. En su opinión, “la experiencia de soledad es ordinaria, no extraordinaria. Si tenemos en cuenta que tenemos miembros en Kinnd de 100 países diferentes, que son de una amplia variedad de edades que van desde los 18 a los 85 años, y con personalidades también muy diferentes, no creo que simplemente podamos reducir la soledad a un grupo o conjunto de identificadores específicos. 

“Si algo claro podemos extraer de este amplio campo de investigación es que estamos hechos para estar conectados. Para sentir, sin embargo, que nuestras conexiones son realmente satisfactorias, debemos sentirnos aceptados, valorados y queridos. Una vez estas necesidades se ven satisfechas, las relaciones se vuelven tan importantes para nuestra salud como lo es nuestra dieta, en tanto que mitigan el riesgo de todos los problemas de salud que causa la soledad.”

Hay una app para eso

Así pues, ¿cómo funciona la cura de Sniderman para la epidemia de la soledad? En el grupo Kinnd de Facebook, los nuevos miembros se presentan con una “fórmula para romper el hielo” con la que explican a los demás lo que pueden ofrecer en una amistad y lo que buscan en las demás personas.

Sniderman enfatiza que no es un intercambio materialista, ni tampoco reduce toda nueva amistad a un acuerdo de intercambio de aptitudes:El objetivo es no entrar en Kinnd exclusivamente a aceptar la oferta de otra persona, sino que más bien se trata de usar esa oferta y solicitud como puente para formar una conexión más profunda. Para mí, nuestro eslogan ‘da lo que puedas y recibe lo que necesitas’ tiene que ver con cómo deseo sentirme yo dentro de una relación de amistad. Yo quiero que mis amistades sean recíprocas y que ambas personas nos sintamos nutridas y empoderadas por la dinámica de la relación.” 

Hablando de relaciones personales, ¿Sniderman ha encontrado alguna conexión significativa a través de Kinnd? “Por supuesto que sí,” se muestra muy contenta de confirmarnos la fundadora del grupo, que además añade: “Kinnd ha tenido unos resultados increíblemente positivos para mi propia salud mental porque he hecho muchos nuevos amigos.” 

Ahora incluso mezcla amistad y negocio de manera que parece especialmente apropiada en su caso, ya que conoció a todo el equipo de desarrollo y de dirección de la app a través de la plataforma. 

“Un gran ejemplo de ello es nuestro responsable de diseño y desarrollo, Bruno,” nos cuenta. “Nuestra amistad empezó como la de cualquier otro miembro de Kinnd. Bruno colgó una publicación en la que decía lo que podía ofrecer, que era consejos técnicos, y lo que esperaba recibir, que era practicar inglés y encontrar a alguien con quien escuchar música. Vi su publicación, me puse en contacto con él y le dije, ‘justamente busco a alguien con quien charlar acerca del desarrollo de una app, y soy músico, así que ¡me encantaría escuchar música contigo!’. Durante el primer mes charlamos semanalmente, intercambiamos ideas, escuchamos música y una bella amistad empezó a nacer, la cual me ayudó mucho a combatir mis propios sentimientos de soledad durante el COVID. Bruno es ahora el desarrollador de apoyo principal de la app Kinnd y uno de mis mejores amigos.”

De regreso a la (nueva) realidad

Sniderman está convencida de que el servicio que Kinnd ofrece – como grupo de Facebook o como app – seguirá siendo relevante, incluso una vez hayamos vuelto a poder socializarnos presencialmente. “Cuando la necesidad de proximidad desaparece, abrimos todo un mundo de nuevos amigos potenciales. El COVID-19 nos ha mostrado que es posible crear y mantener conexiones online importantes. Me gustaría ayudar a otras personas a entender que pueden hacer y mantener amistades realmente profundas solamente online. No creo que las conexiones digitales puedan eliminar por completo la necesidad de la interacción presencial, pero sí que creo que podemos crear entornos e innovaciones digitales que pueden ayudar a muchas personas a sentirse nutridas a través de conexiones online.” 

Aunque la pandemia hizo necesario visibilizar una comunidad de amistades online, esa necesidad no desaparecerá una vez el virus haya sido eliminado. “No creo en el concepto de volver a lo ‘normal,’ insiste. “No hay normal al que volver, ya que el mundo y nuestra manera de interactuar los unos con los otros ha cambiado de manera fundamental. Creo que la desestigmatización y la aceptación de la idea de hacer amigos online como modo de combatir la creciente epidemia de la soledad no hará más que seguir desplegándose, y yo personalmente tengo muchas ganas de, a través de Kinnd, liderar las innovaciones que puedan surgir en este espacio.”


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