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“See no one told you life was gonna be this way…” [Ves, nadie te dijo que tu vida iba a ser así]. Si, al oír esta estrofa, te entran ganas de ponerte a aplaudir es que has notado el efecto de una buena canción televisiva.

Desde las primeras emisiones televisivas, la música se ha utilizado para presentar a los telespectadores aquello que están a punto de ver, y con el paso de los años esta estrategia se ha ido refinando hasta convertirse en una forma de arte. Pero, ¿qué elementos hacen que una canción sea un gran tema musical para una serie televisiva?

Primero, tiene que ser pagadiza

Puede que esto sea obvio, pero los mejores temas suelen ser canciones lo suficientemente agradables como para poder escucharlas una vez tras otra. De hecho, algunas de las canciones que suenan cuando empieza una serie acaban siendo más famosas que los episodios de la misma. Pero en la mayoría de los casos, una serie que goce de gran popularidad necesita una canción o tema musical que la acompañe. ¿Cuántos de nosotros no hemos tarareado cada semana el tema musical de Juego de Tronos en el momento de sentarnos ante el televisor para ver la serie?

La calidad de las canciones no es accidental, ya que son artistas y productores de prestigio los que suelen recibir el encargo de escribir algo que a la gente no le importe oír una vez por semana durante los próximos cinco años (o más). Más recientemente, la gran Mariah Carey escribió e interpretó «In the Mix» para acompañar a los primeros episodios de la comedia americana Mixed-ish, mientras que uno de los iconos de la música latina, Gloria Estefan, puso la voz a la canción del remake de 2017 de Dos días a la vez.

Los artistas actuales también pasan a la acción. El embrujador tema “Vienen a Verme” de la ganadora portorriqueña de un Grammy, Ile, nos invita a entrar en el mundo colombiano de El Chapo, en el que se combinan historias del pasado con la voz del presente.

Debe captar el espíritu del programa

Aunque algunos temas ya contienen el título de la serie y/o algún tipo de breve sinopsis de la misma, la mayoría de las series tienen una canción que representa la idea de la historia. La comedia televisiva de los 80 Cheers nos hablaba de ir a un sitio «donde todo el mundo sabe tu nombre» (“where everybody knows your name”). La serie monárquica The Crown está representada por una partitura orquestal ligeramente inquietante. El tema de una serie debería ponerle el tono a las tramas que se avecinan, como una sirena que prepara a la audiencia para reír, jadear, llorar o simplemente dejar de hacer lo que estén haciendo y prestar atención.

Un ejemplo perfecto de ello es la serie danesa El puente, cuyo tema musical «Hollow Talk» está cantado por la coral Choir of Young Belivers. Un piano suave acompaña unas letras premonitorias, como “Never said it was good, never said it was near/Shadow rises and you are here” [Jamás dije que fuera bueno, jamás dije que estuviera cerca/La sombra se alza y tú estás aquí]. Aunque no hace referencia directa a la trama, la canción mantiene esa sensación de oscuridad y animosidad de las series noir nórdicas, mientras que los créditos del inicio de los episodios se superponen a las vistas aéreas de la ciudad que nuestros héroes intentan salvaguardar. Es posible que no conozcas el título de la canción, o al grupo que la canta, pero una vez que ese piano empieza a sonar sabes exactamente dónde lo has oído antes.

La canción debe ser una constante…

Puede que pienses que la aparición del streaming, con su botón de ‘Skip Intro’, puede haber convertido la banda sonora de una serie televisiva en irrelevante. La verdad, sin embargo, es que las compañías de streaming invierten mucho en sus primeras tomas, como sucede con The Mandalorian de Disney, que ha creado un tema musical ya icónico y material artístico personalizado para los créditos. Eso se debe a que la banda sonora es mucho más que una señal de que el programa está a punto de empezar; de hecho, es una firma de audio del mismo protagonista, del mismo modo que las notas graves del bajo de Seinfeld o el tema picante «Groove Amanda» de Sexo en la ciudad se convirtieron en tan centrales como los mismos protagonistas. 

Las notas que suenan al empezar los episodios de una serie contienen grandes dosis de nostalgia. La ya histórica serie australiana Neighbours ha visto aparecer y desaparecer a una gran cantidad de personajes a lo largo de sus 35 años de historia. Pero su tema musical permanece presente, recordándonos que “everybody needs good neighbours” [todo el mundo necesita buenos vecinos]. Nuevos vocalistas o arreglos musicales pueden irse introduciendo, pero el ADN de la canción está siempre ahí, porque la serie siempre está ahí para acompañar al espectador.

… aunque también está bien refrescar un poco las cosas de vez en cuando

Hablando de nuevos arreglos musicales, jugar con los títulos puede ser útil en series que se han marcado el objetivo de esquivar las expectativas de los espectadores. La canción de las cinco temporadas de la galardonada serie de HBO The Wire fue la misma “Way Down in the Hole” de Tom Waits. Sin embargo, se utilizaron cinco versiones diferentes de la canción, una para cada temporada, y cada una de ellas reflejaba un énfasis diferente. En la temporada 4, por ejemplo, la canción tenía un toque mucho más hip-hop que acompañaba mejor al sistema escolar de Baltimore, que era el escenario de la temporada, de modo que reflejaba mejor la personalidad de los jóvenes protagonistas.

La serie de crímenes británica Peaky Blinders puede que esté ambientada a principios del siglo XX, pero el tema que abre la serie es una pieza de blues más bien turbio titulada “Red Right Hand” e interpretada por el grupo australiano Nick Cave and The Bad Seeds. Durante el desarrollo de la serie suenan varias versiones del mismo tema dependiendo del episodio, para de este modo denotar los giros narrativos que se suceden. Entre dichas versiones destacan las del legendario grupo indie británico Arctic Monkeys y la de la leyenda del punk Iggy Pop. Dichas selecciones desequilibran al espectador y lo advierten de que las cosas ya no son lo que han sido hasta ahora. 

Si no sale bien a la primera…

Quizás te sorprenda saber que algunas de las series más famosas de la historia de la televisión no siempre han tendido una canción icónica propia. Ya se deba a un cambio de dirección, o simplemente a que la primera canción no les funcionó, un cierto número de temas famosos fueron de hecho la segunda opción. 

Mientras que comedias como Friends se convirtieron en sinónimo del  “I’ll Be There for You” de The Rembrandts, el episodio piloto de la serie tenía una canción y un título diferentes. En principio, la serie debía llamarse ‘Friends Like These’ [Amigos como estos] y el episodio piloto empezaba con el éxito de los 90 “Shiny Happy People” de REM. Sin embargo, los rockeros decidieron no dar permiso para que la canción se usara para la serie, y los productores contrataron a The Rembrandts para escribir algo con una energía parecida.

La serie de anime japonesa Death Note tenía dos temas diferentes, uno para cada temporada. El primero fue un himno más conocido del rock, como es “The WORLD” del grupo Nightmare, mientras que el de la segunda temporada fue un tema mucho más metal, titulado “What’s Up, People?!”, del grupo Maximum the Hormone. En los años 70, la comedia norteamericana Happy Days se hizo famosa por su tema musical del mismo nombre, aunque durante las primeras dos temporadas el himno legendario del rock ‘n’ roll “Rock Around the Clock” de Bill Haley & His Comets fue el encargado de dar la bienvenida a los espectadores a los años 50.

Por último, ayudará el hecho de que el protagonista pueda cantar

“Well, this is a story all about how my life got flipped-turned upside down…”

Si vas asintiendo con la cabeza a medida que vas leyendo la primera estrofa de la canción, entonces es muy posible que ya estés viendo a Will Smith girando sobre una silla mientras salen los créditos en la pantalla y te preparas para ver El Príncipe del Rap en Bel Air. El tema se hizo tan popular entre los espectadores que llegó a convertirse en un top 10 de DJ Jazzy Jeff & The Fresh Prince en muchos países.

Este es obviamente uno de los ejemplos más conocidos de una estrella de la televisión que canta el tema de la serie que protagoniza, la cual además narra su propia historia.  Sin embargo, hay otros protagonistas que también han grabado su propia canción. Zooey Deschanel puso su talento como cantante al servicio de la serie que protagonizó (New Girl), Kelsey Grammer interpretó una versión más bien jazzy para los créditos finales de Frasier y, quizás menos sorprendente, Miley Cyrus fue la voz de Hannah Montana

Puede que también te sorprenda saber que ciertos actores han sido cantantes, y que no solo han cantado en las series que han protagonizado. Antes de llegar al estrellato internacional con Bond y Shakespeare apasionado, Dama Judi Dench protagonizó una comedia televisiva en los años 80 titulada A Fine Romance, en la que la actriz shakesperiana cantó el tema musical durante la aparición de los créditos. El resultado ha quedado un poco anticuado, pero es impresionante.


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