Desplaza

¿Alguna vez has intentado calcular tu huella de carbono, sintiéndote muy orgulloso de tu estilo de vida sostenible… hasta que llega el momento de viajar?

Ser honesto acerca de la cantidad de millas aéreas que viajas es la manera más rápida de darte cuenta de que tu estilo de vida no es tan sostenible como tú pensabas. Un vuelo de larga distancia al año, y más te valdría tener el motor de tu 4 x 4 en marcha durante 24 horas cada día, comer ternera en cada comida y fumar hojas de la selva empapadas en aceite de palma de postre.

Se supone que viajar expande nuestros horizontes, nos ayuda a huir del estrés cotidiano y enriquece nuestra comprensión del mundo que nos rodea. Hoy, no obstante, la única manera de conseguir todo eso y mantener la consciencia tranquila es viajando de manera más sostenible. Esta es la manera de reducir la huella de carbono en tus viajes, minimizar tu impacto y aumentar el nivel de diversión durante las vacaciones.

Viaja cerca

Lo más obvio, pero también más difícil, es viajar lo menos posible y reducir al máximo la distancia del desplazamiento. Las vacaciones más verdes de todas son las casaciones, seguidas de un viaje en transporte público por el mismo continente. Endulza el día invirtiendo el dinero ahorrado en viajes transcontinentales y hoteles maravillosos, viajes en tren en primera clase u otros lujos en los que normalmente no te lo gastarías. Si es imposible llegar a tu destino de ensueño si no es por avión, entonces haz que cuente. En vez de varios viajes al año, concentra todas tus vacaciones y disfruta de un largo viaje. Este enfoque no solo permite justificar las millas aéreas sino que, además, profundiza tu experiencia y te permite adquirir la mentalidad vacacional que necesitas.

Aléjate de las rutas turísticas

No importa qué tan lejos vayas, intenta evitar los lugares masivos y repletos de turistas. Machu Picchu ya grita bajo el peso de los turistas; la Gran Barrera de Coral no se está contaminando menos por las flotas que la navegan cada día llenas de excursionistas que desean ver los arrecifes; y hay incluso una buena explicación al hecho de que ahora se haya levantado un muro para evitar accidentes delante del Acantilado de Moher. En vez de seguir al rebaño a los destinos más obvios, donde el turismo en masa ya ha tenido un impacto desfavorable, los operadores turísticos se siguen peleando por bajar los precios un poco más y las cadenas de hoteles baratos están hundiendo el negocio local de muchos, ¿por qué no investigas lugares poco visitados que ofrezcan emociones parecidas? Inspírate en nuestra historia sobre destinos alejados de las rutas turísticas.

…Pero sin ir demasiado lejos

Dicho eso, deberías examinar minuciosamente los motivos que te llevan a viajar a zonas realmente salvajes. Puede ser difícil de aceptar, pero hay lugares a los que los seres humanos no necesitan ir. Tu visita a las selvas más salvajes, los lagos más vírgenes o los santuarios animales más pacíficos puede simplemente entorpecer el equilibrio natural. Si de verdad quieres ir, asegúrate de respetar el lugar y no dejar huella alguna de tu presencia.

Viaja ligero

Haz la maleta de manera inteligente y reduce la carga, para ti y para la máquina de quemar combustible que tendrá que llevarte a ti y tus cosas a tu destino. Lleva artículos multiusos (como pañuelos o bolsas de tela) y olvida de una vez por todas todo aquello que probablemente no vayas a necesitar. Obtén más información acerca de trucos para hacer mejor las maletas haciendo clic aquí.

Mantén los pies en la tierra

No importa en qué parte del mundo estés, el viaje en tren suele ser siempre la manera más sostenible, y a menudo la más divertida, de cubrir largas distancias. Cruzar el Atlántico en un yate como Greta Thunberg podría no estar al alcance de tus manos, pero lo que sí puedes hacer es tomar el tren como la activista de Juventud por el clima. Viaja de día para ver el paisaje y de noche para ahorrar costes de hotel. Una vez llegues a tu destino, usa el transporte público, camina o monta en bicicleta para ir a todas partes. En lugar de alquilar un vehículo para realizar tus excursiones diarias a las que no podrás llegar mediante ningún otro medio de transporte, únete a una visita organizada desde el mismo hotel.

Come, bebe, compra y duerme como local

No añadas más millas a tu viaje comprando productos y servicios que no sean locales o de km 0. Intenta asegurarte de que todo lo que consumas y compres sea de producción local y sostenible. De este modo, degustarás las especialidades locales y, al mismo tiempo, apoyarás a la economía local y podrás conseguir recuerdos auténticos del lugar. Alojarte en un hotel propio de la localidad será seguramente mucho más sostenible.

Apoya negocios ecologistas

Además de apoyar a los negocios locales, también podrás vigilar que dispongan de los certificados medioambientales pertinentes. Algunos hoteles, restaurantes y operadores turísticos se fomentan activamente como empresas sostenibles, pero también merece la pena preguntar a aquellos otros acerca de sus prácticas y políticas medioambientales. ¿Disponen de opciones vegetarianas o veganas, de dónde proceden sus ingredientes, aplican medidas para ahorrar agua y energía? Como mínimo aumentará su conciencia respecto a la sostenibilidad para venderse mejor.

Reducir y reutilizar

Cuando estamos de vacaciones, nuestros mejores hábitos pueden salir volando por la ventana nada más empezar. ¿Las calorías vacacionales no cuentan, no es hacer trampa si lo haces en otro código postal, y las botellas de plástico de usar y tirar no pueden evitarse si no estás en casa? Quien piense así, se equivoca. Solo porque tu hotel (aunque, ¿qué habíamos dicho de seleccionar un hotel que aplique prácticas sostenibles?) te ofrezca productos de baño de muestra y botellas de agua de plástico a modo de obsequio, no significa que tengas que usarlos. Rellena y trae tu propio champú y gel de ducha. Lleva tu taza de café reutilizable, tu cantimplora y el filtro, si es necesario, allí donde vayas. Lleva una bolsa de tela para evitar acumular bolsas de plástico cuando vayas de compras.

Repara los daños causados

Reducir las emisiones de carbono es la mejor manera de desacelerar el calentamiento del planeta y, de este modo, minimizar los daños que causa. No obstante, la cantidad de carbono en el ciclo natural del carbono es actualmente constante, y no es en absoluto nocivo siempre que se mantenga contenido en rocas, el suelo, los bosques y las ciénagas. Una manera de combatir el aumento de su liberación en la atmósfera es compensando cada tonelada de CO2 que se libere. Los programas de compensación de carbono suelen ofrecerse como parte de una reserva de vuelo o, cada vez más, ya vienen integrados en la comercialización de un producto con el fin de reducir la huella de carbono. No obstante, no uses esta lógica como solución fácil para seguir generando emisiones sin sentirte culpable, e investiga siempre quién es el proveedor antes de pagar para compensar el carbono que ha generado tu viaje.


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