Crowdfunding y moda: conoce los comienzos de la comunidad Betabrand

¿Has oído hablar del hombre que fundó Betabrand?

Sugerir que su empresa está basada en un chiste no es precisamente lo que la mayoría de emprendedores dirían. No obstante, Chris Lindland simplemente sonríe y dice que es verdad, relatando cómo su primer diseño fue una broma que acabó por convertirse en realidad. El fundador de Betabrand inventó los llamados Cordarounds, unos pantalones de pana con diseños laterales que fueron el símbolo creativo de sus productos.

“Empecé con algo para llenar mi CV y demostrar así la amplia dirección creativa que tenía, y todavía no he terminado”, dice. “Eso hace ya 13 años”.

Cordarounds se convirtió en el primer producto de Betabrand, y el sentido del humor de Lindland – que se evidencia en el hecho de ser la única marca de marketing hiperbólico y jocoso que rodea los pantalones que nadie sabía que necesitaba (hasta entonces) – es la piedra angular del éxito de la empresa.

El chiste del hombre que fundó Betabrand es, precisamente, que dicho hombre creó un negocio a partir de ello. La gente a quien le gustó el chiste no solo se rió al oírlo, sino que quería que fuera verdad. Lindland convirtió un chiste tonto en una empresa de 60 empleados que vende “miles de productos que todavía no existen” a millones de personas, como el mismo dice.

“Lo convertí en una máquina capaz de transformar ideas en realidades. Este es el motivo por el cual dicha variedad de ideas, desde cosas creativas a cosas prácticas, se vuelven realidad en Betabrand”.

Estilo social

La moda siempre ha sido una experiencia social. La manera en que nos vestimos comunica cosas sobre nosotros, cómo nos vemos a nosotros mismos y cómo nos relacionamos con el mundo. Comprar unos pantalones hechos a partir de tela para pantalones de yoga, una camisa con el emojí de popó o una ‘sudadera para ejecutivos’ puede comunicar cosas como: “me niego a sacrificar la comodidad por la imagen profesional”, “los emojis son una tontería pero yo tengo un sentido del humor  infantil y no me avergüenzo de ello” o, incluso, “para mí negocio significa el estilo del Silicon Valley”.

Los clientes de Betabrand empiezan el proceso de comunicación mucho antes de llevar por primera vez el producto que han comprado. Pueden dar todo su apoyo a una idea y pedir que ésta reciba ayuda financiera durante las etapas de diseño. También son los que deciden si un nuevo producto se llega a hacer o no, porque Betabrand antepone la experiencia social a todo lo demás.

Lindland comenta que la gran idea detrás de la marca fue crear una red social que también vendiera ropa: “al principio, la gran idea era que si los clientes sentían de verdad que formaban parte del proceso de diseño, se sentirían impulsados a hablar de nuestra compañía. Cuando me propuse crear Betabrand, jamás tuve la intención de vender a tiendas o mayoristas. Siempre he querido tener presencia únicamente en el sitio web. El objetivo es reinventarse cada día, lo que concretamente ha demostrado ser una buena táctica para llamar la atención”.

Hoy en día, los clientes no son los únicos que se fijan en esta idea. Marcas grandes como The North Face y Timberland están utilizando Betabrand como plataforma de desarrollo de productos.

“Los diseñadores y las marcas publican ideas a diario”, dice Lindland, “y necesitan saber lo que la gente realmente busca en un producto. Hay clientes que dejan cientos de comentarios; este es el tipo de feedback que la mayoría de las marcas jamás reciben en sus propias páginas web y, a su vez, es precisamente lo que hace que nos estemos convirtiendo en un lugar en el que la gente vibra con un producto”.

Un forastero…. y un oráculo

Lindland lleva su estatus de forastero de moda en la manga: “Nunca he trabajado en la industria de la moda. He trabajado en la industria de la moda de Internet, que es algo muy diferente. No entiendo cómo puede haber gente que prediga qué colores venderán todas las marcas dentro de 2 o 3 años. Me parece muy anticuado. Es como ir al Oráculo de Delfos para saber que nos depara el futuro. Un negocio como el nuestro es la antítesis de eso, porque el Internet es una máquina dinámica y actual.

“No puedo asegurar que vayamos a ganar o que vayamos a tener más éxito en el futuro. No obstante, si hay algo de lo que sí estoy convencido es que negocios como los nuestros son los que deberían tener más éxito en el futuro porque estamos más estrechamente alineados con el cambiante mundo, minuto a minuto, del Internet”.

Aunque se muestra escéptico con relación a los oráculos, ya sea el griego o el de cualquier otro sitio, Lindland ha aprendido a predecir el futuro: “Si vuelves a la presentación que hice la primera vez que recaudé fondos para el negocio en 2010, y lo comparas con hoy, el negocio ahora es lo que dije que sería”.

¿Significa que será algo normal? Según Lindland, no. “Mucha gente se dirige a nosotros pidiéndonos consejos sobre innovación. Para mí es importante recordarles a mis empleados que necesitan asegurarse de que esas personas quieran volver para aprender más. ¿Por qué? Porque eso ayuda a reforzar una cultura en la que las nuevas ideas son importantes. Nuestro eslogan durante años ha sido ‘nuevas ideas, sin parar’ y yo me esfuerzo personalmente todo lo posible en asegurarme de siempre estar inyectando nuevas ideas”.

Betabrand no deja de reinventarse cada día, gracias a una comunidad de creativos que cuentan chistes como el de los tenis Western Boots, que se convirtieron en el “mayor éxito del año”.

Y aunque ahora Chris Lindland, el hombre que empezó el chiste, ya no entrega tantos proyectos como antes, sí continúa trabajando en la maquinaria que ayuda a la gente a presentar sus ideas.

“Casi echo de menos la época cuando nuestros clientes eran nerds primerizos”, recuerda. “Me encanta cuando esos bichos raros creativos  aparecen y te sugieren algo nuevo, porque me recuerda a mí cuando empecé con esta empresa. Tengo un cariño especial por las personas excéntricas que salen con observaciones divertidas sobre la moda que pueden acabar convertidas en un producto”.

Más información en betabrand.com