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Cuando esto se haya acabado… es cómo comenzamos la mayoría de nuestras frases estos días. Las medidas de confinamiento y las restricciones sobre el movimiento han frenado nuestros planes, nos han hecho sentir atrapados y han afectado nuestras vidas en maneras que poco tiempo atrás no habríamos ni imaginado, y eso presumiendo que estemos perfectamente sanos. La situación es difícil, eso está claro; pero, ¿realmente necesitamos sentirnos tan abatidos?

“Estoy convencido de que, a la vez que transitamos por esta crisis juntos, también se nos abre una oportunidad única de recordar quién somos, qué es lo realmente importante y por qué estamos aquí,” dice Neil Seligman, experto en mindfulness, coach personal y autor del libro 100 Mindfulness Meditations: The Ultimate Collection of Daily Inspiring Practices.

“Como seres humanos, cuando nuestras opciones se ven limitadas y nuestras vidas descarrilan, solemos caer en patrones de resistencia, queja y negatividad. Quizás sea útil recordar que, en muchas tradiciones sabias, el autoaislamiento (o el retiro) ya hace milenios que se practica a modo de puerta de entrada a un nivel más profundo de autoconsciencia,” nos explica.

Si nunca has intentado estar contigo mismo, en silencio y con amor, sin juzgarte, no es exactamente algo que aprendimos en la escuela, este es un excelente momento para intentarlo.`` – Neil Seligman

Este mes, que nuestros desplazamientos permanecen limitados,  te invitamos a realizar un viaje al interior de tu propia mente a través de la poderosa lente de la meditación, la cual puede ayudarte a alcanzar un mayor nivel de tranquilidad y autoconsciencia y, a la vez, a también desarrollar una visión para el futuro. “La meditación es la sencilla práctica de detenerse y explorar tu propia experiencia con la finalidad de cultivar la presencia, la consciencia y la bondad”, nos explica Seligman. “Piensa en ello como si se tratara de navegar desde el modo de hacer al modo de ser. Si nunca has probado simplemente estar contigo mismo, en silencio y amor, sin juzgar lo que te rodea (que no es precisamente lo que hemos estado aprendiendo desde que íbamos al colegio), este puede ser un buen momento para intentarlo.”

STOP: Un breve ejercicio de mindfulness

Estos días, muchos de nosotros nos encontramos en una auténtica montaña rusa de sentimientos de ansiedad, tristeza y miedo. “Si te sientes así, entonces te recomiendo que aumentes las prácticas de autocuidado. Medita para encontrar tu centro, mantener tu cuerpo activo y la mente creativa”, dice Seligman. Si la ansiedad te aborda durante el día, él te recomienda que realices un breve ejercicio de mindfulness llamado STOP:

– Stop: detente y haz una pausa. Pon los pies en el suelo por un momento. Siente cómo la gravedad te empuja a sentarte o a quedarte donde estás.

– Toma aire y realiza una serie de ejercicios respiratorios para sentir las sensaciones físicas de la respiración en tu propio cuerpo. Junta las palmas de tus manos y deja que se agarren suavemente la una a la otra. Siente el calor y la energía de tu propio ‘ser vivo’.

– Observa sin juzgar lo que sucede interna y externamente a través de ampliar el enfoque de su conciencia. ¿Se te está presentando una nueva oportunidad?

– Procede.

Cóm0 abordar la negatividad

El mindfulness también puede ayudarnos a abordar los mensajes negativos. Una cuestión muy concreta que algunos de nosotros estamos experimentando es la pérdida de nuestros empleos. ¿Cómo podemos abordar este tipo de situación que altera nuestra vida?

“Una de las lecciones más útiles que podemos extraer del mindfulness es el de las flechas primarias y secundarias,” dice Seligman. “En este caso, la flecha primaria es que uno pierde el empleo: es un hecho y ha sucedido. Las flechas secundarias son pensamientos como ‘No podré pagar la hipoteca’; es decir, juicios y predicciones de futuros eventos que todavía no han sucedido. No existen como hechos pero sentimos el aguijón de esas flechas secundarias como si fueran hechos mismos”, explica.

“A través del mindfulness aprendemos a diferenciar entre las flechas primarias y las secundarias, entre lo que es real y lo que no lo es. Aprendemos a trabajar con los hechos y a navegar hacia la planificación y la respuesta racional en vez de a la ansiedad y las catástrofes imaginadas. Dicho de otro modo, el mindfulness puede ayudarnos a mantenernos anclados en la realidad y a ser productivos cuando afrontamos retos.

La mejor parte de ello es que no es algo difícil; no tienes ni que tener una esterilla de yoga ni un espacio especial para meditar. Para empezar, solo necesitas una silla, o un cojín en el suelo, y, literalmente, seis minutos y medio de tu tiempo.

“Las aptitudes acumuladas a través de la meditación te permitirán generar un mapa de tu entorno interior. Con el tiempo, es posible que te sientas más cómodo navegando por el mundo de los pensamientos, las emociones y las sensaciones,” añade Seligman. “Junto a este compromiso con la tranquilidad y a escuchar en quietud, es posible que también descubras los deseos más profundos de tu corazón y los susurros de tu propia sabiduría. Cualquier sabiduría que se te desvele, será tuya.”

Cómo construir una visión del futuro

Estos tiempos difíciles que estamos viviendo puede que te lleven a cuestionar ciertos aspectos de tu vida. Quizás no estés donde deseabas estar, quizás tu equilibrio entre vida laboral y vida personal sea inexistente, o simplemente te hayas dado cuenta de que has estado dramatizando cosas más bien triviales. Quizás hayas clarificado tus prioridades, pero todavía no sabes muy bien cómo proceder. Pues bien, lo bueno es que, según Seligman, “este momento que estamos viviendo de nuestra historia representa un instante perfecto para reflexionar sobre el viaje de nuestra vida y nos ayuda a clarificar cuáles son nuestras intenciones con relación a los capítulos que pronto viviremos.”

Como sociedad, no hay duda de que nos inclinamos por la acción. Nuestra sociedad nos anima a actuar constantemente, incluso cuando nos sentimos perdidos o no tenemos sentido alguno de la dirección, en lugar de animarnos a detenernos y buscar la calma y la claridad. Esto, no obstante, también significa que tendemos, por defecto, a tener las mismas reacciones y comportamientos automáticos, corriendo el riesgo de cometer siempre los mismos errores. Y cuando ese es el caso, nos juzgamos a nosotros mismos, alimentándonos de narrativas negativas que nos empujan a seguir actuando. Es un círculo vicioso. La meditación nos ofrece una manera efectiva de detener dichos mecanismos y poder empezar a formarnos una visión del futuro.

En primer lugar, Seligman dice que “debemos perdonarnos a nosotros mismos. Crear modelos sociales a partir de la vulnerabilidad; y hacerlo a través del auto perdón y la autocorrección es un enorme regalo para la colectividad en la que vivimos.” Imponernos a nosotros mismos unos estándares de superhombre es, simplemente, injusto. O peor todavía: no funcionará. El cambio significativo y duradero empieza siempre con la autoestima y no con los severos azotes de nuestra autocrítica interior. La meditación hace que seas consciente de las maneras en que ves y piensas sobre ti mismo, ayudándote a reconocer y explorar tus propios límites.

Una vez que reconozcas esos límites como tales, podrás usar tu nueva autoconsciencia para crearte una visión del futuro. Seligman recomienda “escoger activamente la situación actual en la que te encuentras simplemente como lo que es. Lúcete. Crea tus habilidades auto explorativas a través de la meditación y baja a diario hasta los flujos más profundos de tu mente. Escucha en el silencio. Siente las energías que se mueven a través tuyo y de nuestro mundo.

“Más concretamente, podrás reflexionar sobre cuestiones como: ¿Qué estoy preparado para dejar escapar? ¿Qué estoy preparado para aceptar? ¿En quién me estoy convirtiendo? ¿Cuál deberá ser mi próximo paso en la dirección correcta?

Para ello, necesitarás ser completamente sincero contigo mismo, lo que puede ser difícil de hacer bajo el constante escrutinio de nuestras mentes juzgantes. Aquí es dónde el autocuidado y una actitud amorosa y bondadosa para con nosotros mismos puede ayudarnos a generar un mejor cambio.

En última instancia, al mirar hacia nuestro propio interior, también aumentaremos orgánicamente nuestro bienestar general, el de nuestras vidas y, como consecuencia, el del mundo que nos rodea. “Ha llegado el momento de la quietud, de escuchar a nuestros flujos más profundos y de emerger con claridad en nuestros corazones,” concluye Seligman. “Ha llegado la hora de que la humanidad supere su inteligencia para convertirse en sabia.”


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