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Ya falta poco para la primavera, lo que significa que ha llegado el momento de sacudir el polvo y las telas de araña, decidir qué objetos ya no queremos y qué va y qué no va a la cesta de la basura, limpiar el moho del baño, reciclar la ropa vieja, etc., etc., etc. Pero, antes de echarte las manos a la cabeza, espera un momento: ¿quién ha dicho que la limpieza de primavera tiene que ser siempre un tedio?¿Y si es todo lo contrario? Sigue leyendo estas sugerencias sencillas e inteligentes y verás que, efectivamente, sí ES posible hacer una limpieza en profundidad sin tener que odiarla de principio a fin.

Planea, prepara y prioriza
La clave de que esta aburrida tarea no sea tan estresante es planearla con tiempo. Diseña un plan de limpieza (elige uno de entre estos impresos), acuerda una fecha concreta que te vaya bien a ti y a los demás que estén implicados en el proceso, y comprométete. Recuerda que no tienes que hacerlo todo en un día. Haz las cosas con tranquilidad, quizás una habitación cada día, y haz descansos entre tareas para recargar las pilas. Prioriza aquellas cosas que sean las más importantes; deshazte de las cosas que ya no quieras, pon las cosas en orden, saca el polvo, limpia y friega -en este mismo orden-, o bien realiza las tareas siguiendo el formato que mejor se adapte a tus necesidades. Si tienes previsto acabar toda la limpieza de primavera en un solo día, considera la posibilidad de prepararte las comidas de antemano. “Cocina primero la comida o planea pedirla”, dice el escritor, organizador profesional y coach de limpieza Jamie Novak en su obra Keep This, Toss That, ya que de este modo no tendrás que interrumpir la limpieza que habías programado.

Almacena y organiza tus implementos
Renovar y organizar tus productos de limpieza de antemano te ayudará a empezar de manera más fluida y a mantener el ritmo previsto hasta el final. Así que toma una cesta, o un caddy, que puedas arrastrar de habitación a habitación, y llénalo con sprays de limpieza multiusos, cepillos y escobas, paños para sacar el polvo, limpia cristales, plumeros extensibles, paños de limpieza, un cepillo de dientes, un rodillo de pelusa, una escobilla y bolsas de basura. Cuelga los guantes de látex del borde del cubo para tenerlos siempre a mano y para que así se puedan ir secando entre tarea y tarea.

Divide y delega, o contrata ayuda
En ningún sitio está escrito que tú seas la única responsable de hacer toda la limpieza de primavera. Por lo tanto, intenta encontrar ayudantes de entre los miembros de la familia (sí, incluso los niños; de hecho, hay estudios que demuestran que la implicación de los niños en las tareas domésticas contribuye al futuro desarrollo de rasgos positivos en el carácter de las personas) y delega tareas en función de la capacidad o interés de cada uno. Alternativamente, si está dentro de tus posibilidades, siempre puedes contratar a profesionales que realicen un trabajo magnífico por un precio justo. Si este es tu caso, no lo pienses más: contrata ayuda, siéntate en tu butaca y relájate con un refresco en la mano.

Deshazte de todo aquello que no te contagie alegría
Antes de ponerte la pinta de trabajo, arremangarte y empezar a limpiar, lo primero que podrías hacer es sacar toda la basura, apilarla sobre el suelo y clasificarla por categorías (por ejemplo, libros, ropa, etc.). A continuación decide qué necesitas, y qué no necesitas,  y así tirar a la basura.

En el bestseller del New York Times,The Life-Changing Magic of Tidying Up, la experta japonesa en estilo de vida y diva de la limpieza Marie Kondo nos da una regla general que nos sirve para decidir qué guardar y qué tirar. Pregúntate: “¿Esto me hace feliz?”. Si la respuesta es afirmativa, entonces guárdalo. Con relación a todos aquellos objetos que han dejado de hacerte feliz, la escritora recomienda que les reconozcas y valores los servicios prestados y los despidas. Sacarte de encima objetos materiales que ya no necesitas y organizar tu hogar de esta manera te hará sentir más feliz, ligera y aliviada; cómo si tuvieras un buen karma.

Aprende nuevos atajos
¿No soportas hacer la limpieza de primavera porque te lleva demasiado tiempo, trabajo y esfuerzo? No desesperes. Por suerte, existen varías y geniales maneras de realizar este proceso con mayor facilidad, rapidez, y sin gastar tanto, usando la química que aprendiste en secundaria, un poquitín de sentido común y lo que ya tienes en casa. Investiga online y busca consejos fiables sobre técnicas inteligentes e imaginativas o “trucos” para sacar el polvo, limpiar y ordenar las diferentes habitaciones de la casa. No solo aprenderás trucos nuevos, sino que además harás el trabajo sin casi notarlo.

Haz que sea entretenido
Mantente positiva y de buen humor con entretenimiento de primera calidad mientras sigues con tus tareas. Puede ser cualquier cosa, desde mirar tu programa de televisión preferido a escuchar la música que más te gusta y te llene de adrenalina mientras vas limpiando, o quizás incluso podrías escuchar un audiolibro que hasta ahora no habías tenido la oportunidad de escuchar. Si te decantas por la música, te recomendamos que te crees tu propia lista de reproducción motivacional con canciones para cantar a ‘grito herido’, o que bien uses una lista de reproducción especialmente creada para la realización de la limpieza que podrás descargarte de internet (consulta Buzzfeed y NJ101.5 para inspirarte). Sube el volumen de tu equipo, da rienda suelta a la imaginación, sigue tu ritmo y baila limpiando.

Convierte las tareas de hogar en concursos
Pregunta a los expertos y seguro que te dirán que cuando tratas una tarea como si fuera un concurso, el trabajo es mucho MÁS agradable. Así que transforma tus tareas de limpieza en pequeños concursos y verás con qué rapidez vas marcando las casillas de las tareas pendientes. Por ejemplo, si trabajas con los niños, organiza una carrera cronometrada para ordenar los cajones, recoger los juguetes, clasificar la ropa del armario, etc. La persona que termine más tareas dentro del tiempo estipulado recibirá un premio, o bien podrá disfrutar haciendo su actividad preferida. Prueba las sugerencias para edades diferentes que se describen en Collective Whim, Coffee With US 3, Toddler Approved y Mama in the Now. ¿Trabajas sin niños? No hay problema. Los adultos también pueden poner a sus amigos y/o familiares a prueba durante los ejercicios de limpieza y premiarlos e incentivarlos por cada objetivo conseguido.

Convierte las tareas en entrenamiento
Si no lo sabías, la limpieza de primavera ES una manera cada vez más efectiva de integrar el ejercicio físico en tu rutina, mover el cuerpo y ponerte en forma. La clave es añadir más pasos, más movimiento y mayor velocidad (es decir, mayor intensidad) a la tarea que realices. Para consultar consejos y trucos concretos relacionados con la quema de calorías, los estiramientos y la tonificación muscular, así como aquellas cosas que debes hacer y aquellas otras que no deberías, entra en Web MD’s para ver los entrenamientos de limpieza de primavera. También puedes echar un vistazo a los entrenamientos de Carolyn Barnes de Taskercisea o los de limpieza aeróbica del hogar de Stevie Markovich, los cuales te muestran cómo combinar la práctica del ejercicio físico con tareas del hogar como barrer, aspirar, lavar, y muchas otras.

Prepara premios
Lo que de verdad motiva y divierte cuando realizas tareas domésticas es cuando, al final de todo, te espera un premio. Así que piensa en pequeños objetivos o metas e incentívate para conseguirlos todos. Por ejemplo, podrías prometerte un helado para después de ordenar el armario, o darte un relajante baño una vez hayas limpiado las ventanas (entra aquí y aquí para consultar maneras simples y gratuitas de premiarte a ti misma). No olvides estipular un premio de mayor envergadura al final de toda la limpieza, como hacer una fiesta, por ejemplo. Es muy motivador y te ayudará a terminar tus tareas antes.

Dale un toque primaveral
Por último, una vez hayas terminado de limpiar, fregar y poner en orden todo lo que te habías propuesto, si todavía tienes tiempo y te queda energía, abre las ventanas y deja entrar el aire fresco de la primavera. Rejuvenece tu hogar con aromas sutiles y naturales, cambia las cortinas, los edredones, los cojines y las almohadas para reflejar los tonos de la estación primaveral; cambia los muebles de sitio y pon flores sobre las mesas, estanterías y vestíbulos para alegrar la casa. Y para terminar, saca de donde sea todo el tiempo que puedas y celebra a lo grande el duro trabajo que has llevado a cabo. ¡Te lo mereces!


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