Desplaza

“Liberarse” de los confines de una empresa y sus tediosas jerarquías e interminables reuniones, puede sonar emocionante, incluso cuando en realidad no todo sea tan sencillo. Algunas personas no están precisamente descontentas con las empresas donde trabajan pero creen que les puede ir mejor si siguen por su cuenta. Cualquiera que sea el motivo, ser freelance puede suponer todo un reto, aunque las ventajas sean muy tentadoras.

Echa un vistazo a los aspectos que deberás tener en cuenta y todo lo que puedes esperar durante las primeras etapas de tu nueva carrera como freelancer.

Los meses previos al salto: cómo preparar tu nueva vida como freelancer 

Marcharse con buen pie

Prepararse para la nueva vida de freelancer  seguramente sea el período más importante de tu futuro profesional. Si lo haces bien, tendrás más posibilidades de tener éxito. Escoge con cuidado el momento ideal para dejar tu trabajo actual: asegúrate de que lo haces en buenos términos y que el trabajo que desempeñes durante este período sea productivo y de la misma calidad que hasta ahora. ¿Por qué? Porque la empresa donde actualmente trabajas puede convertirse en uno de tus primeros clientes. Irte en buenos términos, tal vez con acuerdos sobre futuros proyectos, puede proporcionarte el impulso perfecto en tus primeros días freelance.

Hacer los contactos oportunos

Durante este período deberás elaborar una nueva agenda de contactos, conocer a otros freelancers como tú y crear una página web que llame la atención, asegurando que tu nombre y tu trabajo lleguen a las personas correctas. Empezar a trabajar freelance mientras todavía estás trabajando en una empresa, y con uno o dos clientes es, sin duda alguna, el escenario perfecto.

El dinero es importante

¿Has ahorrado lo suficiente para sobrevivir durante los primeros 6 meses, en caso de que no recibas los ingresos que esperabas? No olvides que el trabajo freelance puede ser una montaña rusa con subidas y bajadas. ¿Tienes el carácter que se necesita para soportarlo? Obtén asesoramiento financiero de tu banco, abre una cuenta bancaria (de negocios) adecuada a tu actividad, averigua cuánto vale tu negocio, qué crédito puedes conseguir, y habla con un asesor o experto fiscal.

Las herramientas y equipos adecuados

Otra cosa que deberás preguntarte es si dispones de las herramientas adecuadas para hacer tu trabajo. Por ejemplo, un diseñador gráfico puede necesitar un programa como InDesign para su iMac. Y eso no es todo, piensa también si tienes copias de seguridad en caso de que tu computador falle.

Algunas tareas implicarán tener que trabajar en las oficinas del cliente, mientras que otras las podrás hacer en casa.  Si este es el caso, ¿necesitas un nuevo programa para tu computador? Y mejor aún, ¿puedes fiarte de éste o tendría más sentido invertir en uno nuevo? Por último, evalúa si merece la pena asegurar tu computador y el resto de herramientas de trabajo.

El período de transición 

Los primeros proyectos

A estas alturas ya deberías estar aceptando proyectos de trabajador freelance, o como mínimo deberías tener proyectos en desarrollo. Una vez hayas conseguido los primeros proyectos, asegúrate de que las fechas de entrega sean claras y que puedas entregar el trabajo a tiempo. Tu objetivo es impresionar al cliente, no solo con la calidad de tu trabajo sino con las fechas de entrega. Realiza tus facturas con anticipación y asegúrate de saber cuánto y cuándo cobrarás.

Planea con antelación

Planifica y organiza tu semana y mes laborales lo máximo posible. No obstante, intenta no volverte loco si, de repente, te cambian algunas fechas de entrega. Del mismo modo que también pueden cambiarte las tareas asignadas, te las pueden anular, o incluso puede llegarte un proyecto mucho más lucrativo cuando ya tienes muchísimo trabajo. ¿Puedes aceptarlo? ¿Puedes rechazarlo sabiendo que, si lo haces, el cliente podría no volver a llamarte la próxima vez?

Piensa bien en todas estas posibilidades e intenta elaborar un plan para dichas eventualidades. Planificar es también un aspecto clave a la hora de mantener un equilibrio saludable entre vida personal y trabajo. Por ejemplo, ¿a qué hora tienes previsto dejar de responder a las llamadas de tus clientes y a esos famosos correos “urgentes”? No hay una única respuesta, solo tu experiencia te llevará a encontrar las respuestas.

No te bloquees, no te aísles; sal a la calle, mantente activo, crea tus propias posibilidades y cree en ti mismo.

Consolidación

Períodos de poca actividad

Has sobrevivido a los primeros 6 meses y, poco a poco, vas recibiendo más trabajos, haciendo buenos contactos y construyendo una reputación como trabajador freelance de confianza. Es crucial que ahora no te relajes demasiado. No importa qué tan bien te vaya, ten en cuenta que tras un periodo de gran actividad puede venir uno de muy poco trabajo, y aquí es donde pondrás a prueba tus credenciales como freelance. Este es el momento en que algunos freelancers poco experimentados (o incluso experimentados) piensan en abandonar su carrera y optar por un puesto fijo en una empresa. No hay problema en reconocer que no hay suficiente trabajo en el mercado, o que tu situación o tu personalidad no son las adecuadas para esta experiencia.

Momento de tomar una decisión (otra vez)

Este es el período en el que debes tomar una decisión y es tan importante como cuando tomaste la primera decisión de dejar atrás la seguridad de un empleo a tiempo completo. Tanto si decides esperar a ver qué pasa, como si decides perseverar porque te encanta trabajar freelance, esta experiencia te servirá para el futuro. Con el tiempo, siempre que haya trabajo en tu sector, la gran reputación que te hayas forjado gracias a la calidad de trabajo y a tu esfuerzo hará que las cosas vuelvan a funcionar.

¡Mantente activo!

Optimiza constantemente tu agenda de contactos, reúnete con otros colegas y asegúrate de que todo el mundo sepa que estás disponible para trabajar. No te detengas, no te aísles, sal de casa, muéstrate activo, crea tus propias posibilidades y cree en ti. Si durante los últimos 6 meses has actuado con sentido común respecto a tu situación financiera, ahora es el momento cuando podrás dedicar tiempo a tu familia, irte de vacaciones o incluso invertir en un curso para mejorar aún más tus posibilidades profesionales.

Y, tras ello, vuelve al trabajo. Si te has convertido en freelance, has sobrevivido y has acumulado una experiencia importante, ahora es el momento de pensar en crecer y edificar algo sobre la base de lo que ha sido un magnífico comienzo.

Artículo de Paul Wheatley


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